La empresa familiar, por su naturaleza, presenta ciertos retos que …
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La empresa familiar, por su naturaleza, presenta ciertos retos que le son únicos, y que no presentan empresas de otra naturaleza.
La experiencia internacional estima que más del 30% de las empresas familiares sobreviven hasta la segunda generación y cerca del 13% llega hasta la tercera generación.
Entre los retos de la empresa familiar, hay tres principales: cómo separar la relación familiar de la de negocios; cómo mantener las relaciones sanas en la segunda y subsiguientes generaciones; y cómo planificar la sucesión y la repartición accionaria.
En este tipo de unión debe existir un alto nivel de comunicación, para que los efectos del enlace empresa-familia no sean negativos y pueda existir la continuidad y el desarrollo de la misma.
Los agravios entre hermanos en este tipo de empresa, debido a marcadas diferencias sociales, profesionales, económicas y culturales, son típicos. Sin embargo, todo el grupo debe tratar de solventar estas discrepancias para que no se produzca una lamentable ruptura de la cohesión familiar.
La sucesión de los bienes familiares debe ser vista con antelación. El más capacitado de los miembros, es quien debería asumir el liderazgo de la empresa, siempre y cuando sea aprobado por todos los accionistas.
1- Exista total transparencia en la concentración de la fuerza económica
2- Se distribuyan los bienes de forma adecuada
3- Se cumplan los respectivos requisitos legales para preservar la identidad de la empresa
4- Se defina de forma clara y justa la separación de los inversionistas
5- Se den a conocer los resultados y toma de decisiones entre todos los miembros
6- Y se definan las estrategias de sucesión para las siguientes generaciones.
1- Establecer una política por escrito donde aparezcan las reglas claras y transparentes de retribución en la empresa.
2- Contratar soluciones empresariales que diversas instituciones financieras ofrecen para el correcto manejo de sus recursos económicos, incluyendo el pago de sus proveedores.
3- Es recomendable separar el concepto de empleado del de accionistas y familiares para efectos de sueldos. De forma que los familiares pueden recibir de la empresa tres tipos de compensaciones: sueldos, prestaciones y dividendos.
4- Con respecto a los sueldos, un familiar debe recibir un salario justo por su trabajo, de acuerdo con su puesto, desempeño y antigüedad en el mismo, como cualquier empleado.
5- En el caso de las prestaciones, éstas deberán ser equitativas para familiares y colaboradores ajenos a la familia.
6- Tener una política clara de dividendos evitará que las futuras generaciones sangren el negocio por encima de sus posibilidades, ya que esto puede afectar el buen funcionamiento de la empresa familiar.
7- La justicia salarial entre familiares no necesariamente significa igualdad, sino equidad. En este sentido, equidad es pagarle a cada quién según le corresponde a su aportación y posibilidades reales dentro de la compañía, independientemente si es empleado o miembro de la familia.
Muchos son los pequeños emprendedores que involucran en alguna medida a la familia a su empresa. También son muchas las razones que los llevan a tomar esa decisión, que en ocasiones es acertada, y en otras puede ser catastrófico para el negocio
Por supuesto que existen diversas motivaciones, pero en general pueden destacar la confianza, las buenas relaciones con sus miembros familiares, el deseo de compartir más tiempo con ellos así como los frutos de ese proyecto, o también debido a la falta de recurso humano, ya que a veces al inicio del proyecto, este se requiere de manera imperiosa pero no existe suficiente capital, o el que se tiene, se prefiere invertir en otras áreas, etc.
Pros
Contras
Ahora, ¿Cuáles son algunos cuidados que debes tener a la hora de involucrar a tu familia en el negocio?
Comunicación: Mantener una comunicación honesta, respetuosa y constante de los detalles del día a día de la empresa, ya que ayudará a establecer reglas claras y a evitar malos entendidos, además de ir fortaleciendo las tomas de decisiones.
Respetar los horarios: A veces se pueden ver tentados a abusar del tiempo de los colaboradores y/o socios por la relación de confianza subyacente. O bien, al revés. Es importante que se respeten los tiempos de llegada y de salida.
Regla de oro: Problemas o asuntos familiares se discuten fuera de la oficina, esto colaborará a hacer la separación de que hablamos en párrafos anteriores.
Cuentas claras, amistades largas: De antemano se deben definir los salarios, porcentajes, bonos etc., ojalá por escrito y se debe respetar ese acuerdo. En el momento en que haya problemas en este rubro, las relaciones pueden deteriorarse significativamente.
Reglas claras: Horarios, tareas, objetivos, beneficios, potestades, etc. Todo debe estar bien definido y si no lo está, debe discutirse antes de asumir cosas.
Otro aspecto importante a tomar en cuenta antes de involucrar a la familia en los negocios, es ponderar y valorar el tipo de relación que existe y no idealizar situaciones. Es decir: depende de la familia, de las relaciones preexistentes, y de la capacidad de separar la vida privada de los negocios.