28 agosto 2017
¿Qué hace a un buen COO?
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Inicias con tu empresa y pronto te das cuenta de que no eres el líder visionario (CEO), tampoco eres el mejor desarrollador (CTO), las ventas no son exactamente lo tuyo (CRO), no sabes diseñar o pensar en cómo los clientes usarán el producto (CPO), resulta que las cuentas te aburren (CFO) y que nunca has oído hablar de Google Adwords, outbound marketing o lead generation (CMO) ¿Qué hacer? Aquí te explicamos cómo ser un buen COO.
Un emprendedor está constantemente en crecimiento y en permanente búsqueda de conocimiento. Pero primero debemos empezar a definir nuestro rol, y las características y aptitudes a las cuales debemos apuntar.
Cuando se crea una empresa, quien lidera el pequeño stratup debe saber integrar y complementar el rol de CEO-COO. Será inevitable su relación entre ambas funciones, mientras que el CEO define la visión general, el qué, el COO apoya a los equipos mientras construyen a través del cómo.
Estrategia de marketing
digital para PYMES
Características de un buen COO
- – Ser el Chief Psychologist Officer, lo que implica tener una gran estabilidad emocional, para poder entender a muchos perfiles distintos, sin dejarse influenciar para las fuertes personalidades de los execs-fundadores de una startup.
- – Ser un vendedor, ser el primer y mejor vendedor (hasta que deje de serlo) y entender profundamente todos los pasos del proceso de marketing y ventas. Desde dónde se generan los leads y cuáles tienen más calidad, hasta el contacto inicial con el cliente, la búsqueda de sus necesidades de negocio y cómo el producto las resuelve, la negociación y el cierre del contrato. Con el tiempo, podrá ser menos relevante, pero al principio, debe construir el esqueleto del futuro equipo de ventas.
- – El COO debe tener foco en los resultados y las métricas más importantes de la compañía (que deben ser pocos), y en cómo se alinean esas métricas más cortoplacistas con la estrategia a largo plazo.
Con una gran atención por los detalles, para entender las implicaciones de una desviación y cómo afectan a la “big picture”. - – Tener una gran capacidad de cambiar de sombrero continuamente, manteniendo un nivel de profundidad suficiente en todos los temas, para actuar de correa de transmisión y desatascador de bloqueos entre equipos.
- – Mantener una actitud positiva y con foco en la resolución de problemas. Un foco incansable en cómo es posible resolver un reto y no por qué es imposible. Pero sabiendo discriminar entre lo posible y lo inalcanzable, para priorizar esfuerzos.
- – Ser humilde. Tiene que entender que los focos de atención pública e interna estarán en otros roles y trabajar más en la sombra. Los egos son la mayor fuerza destructiva de estructuras frágiles como las startups. Un buen COO debe entender que todos sus colegas son mejores que él en sus respectivos campos.
- – Debe saber escuchar. Es quizá la habilidad más importante. Cómo escuchar sin prejuicios, sin juzgar. Cómo tener y tomarse el tiempo suficiente para primero entender lo que se discute y preguntar lo necesario antes de abalanzarse a dar todas las respuestas.
- – Un COO debe liderar a través del ejemplo de servicio a los demás: “management by service”. Ser un modelo interno en implicación y aplicación de la cultura de apoyo y asunción de riesgos sin castigo.
- – Tener una importante querencia por los números y las hojas de excel. Más todavía si la compañía no tiene CFO (probable al principio). Los presupuestos, las métricas, el análisis de lo que está pasando y los planes del futuro lo requieren.
- – Ser bueno escribiendo, para comunicar interna y externamente desde los principios que regulan la compañía, la cultura hasta documentos legales y comerciales.
- – Tener sentido de urgencia. En ocasiones será necesario tomar atajos para alcanzar un hito fundamental y debe saber empujar al equipo para hacerlo. También tiene que entender que no es posible abusar de esa carta porque desgasta muchísimo y crea deudas emocionales y técnicas.
- – Defender a su equipo a todos los niveles y en todos los aspectos.
- – Querer siempre la mejora continua, de construir por encima de lo existente, sin reinventar la rueda a cada paso. Buscando mejores prácticas y entendiendo que la perfección es imposible y que es necesario tomar compromisos para avanzar.
- – Ser flexible, para ayudar a integrar todas las funciones de la compañía unas con otras y para ir modificando su papel e impacto a medida que la compañía avanza.
- – Ser un buen comunicador, para poder expresar la visión de la compañía y su traducción interna y externa, tanto al equipo, como a la Board o los futuros inversores, como una extensión del CEO, donde sea necesario.
- – Y para finalizar un buen COO debe tener pasión, porque sin pasión, nada tiene sentido.
COO, el rol más flexible de la empresa
Curiosamente, en las fases iniciales (y no tanto), lo que menos hace el COO, es precisamente ocuparse de las Operaciones. Si no que, se convierte en un rol flexible, que cubre todo dónde donde la compañía lo necesita y permite crecer al tiempo que las estructuras se van volviendo más rígidas y su rol se consolida en el “company building” más estricto.
¿Eres el COO de tu empresa?
LanzateSolo con sus distintos servicios busca apoyar al emprendedor desde sus inicios, en la formalización del negocio y en el desarrollo del mismo, mediante asesoría legal y contable de la compañía, el que muchas veces por sus tecnicismo resulta muy alejado del emprendedor, y con ello, apuntar al desarrollo continuo de quien toma el desafío de emprender, crea tu empresa en un día con nosotros.
Fuente: Emprender a Golpes – Blog personal de Miguel Arias